Santaclara, el cura que creía en los pobres y no en la misa. Por Adrián López López (Oviedo). Publicado en La Nueva España el 06/08/2025






Se ha ido Santa, sacerdote progresista de los grandes, figura muy querida en Gijón. Rechazado tantas veces por la Iglesia le tocó ser rechazado al Seminario de Oviedo a sus 13 años; también se le consideró muy abierto de mente para los misioneros de los Sagrados Corazones y ya no digamos nada en los Hermanos de San Juan de Dios, que le expulsaron, como él decía con orgullo, "por comunista y protestante".

Fue el primer caso de un seminarista que nunca vivió en el seminario, sino con una comunidad de voluntarios en Oviedo haciendo labor social al tiempo que trabajaba en el Psiquiátrico de la ciudad. Lejos queda aquel Seminario de Oviedo que fue emblema en España de la lucha antifranquista, de la apuesta por la Teología de la Liberación y la experiencia de los curas obreros. De aquella gran obra de don Javier Conde ya solo queda el recuerdo. El clero joven de Asturias encarna todo lo contrario de aquel proyecto, y sorprende no solo la deriva conservadora del clero asturiano en su vestimenta, liturgia y línea pastoral, sino que especialmente asusta cómo políticamente algunos están a la derecha de Franco, teniendo al dictador como referente. Las líneas ideológicas de los últimos arzobispos han dejado poso. Así, ahora vemos seminaristas de Oviedo que cosen casullas tridentinas, bonetes y todo tipo de indumentarias para la misa en latín con el beneplácito del Rector, que les cede espacio en el Prau Picón para tales menesteres. Es alarmante que en Asturias haya seminaristas que frecuenten la misa preconciliar, participen en la peregrinación tradicionalista cada verano a Covadonga o tengan amistades con los ultras de la sacristía de la Vendee.

Santa encarnó todo lo contrario, ese estilo de sacerdote de izquierdas que, aunque nunca fue numeroso ni en Asturias ni en Gijón, sí que tuvieron más voz y peso que el resto cuando era obispo don Gabino. Santa fue un espíritu libre, un referente para la izquierda asturiana y los movimientos de base. Defensor del Estado palestino, fue un incansable antisionista. Como dijo Miguel San Miguel: "Santaclara ha dejado de respirar. Lo mató la enfermedad y todavía más el dolor al ver el genocidio contra su querido pueblo palestino, y casi tanto la maldad de quienes encarnan el sionismo y no menos el crimen de la indiferencia de tantos. 'En mundo así no quiero vivir', me decía recientemente... Además de crear esa gran obra que es la Fundación Siloé, era miembro del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Estuvo en Palestina. Pasó por los 'check points' y conoció al verdadero monstruo de siete cabezas que es el sionismo. Los niños palestinos recibieron su abrazo amoroso y solidario".

Se va un grande, un camarada fiel, y así le despedimos, con la palestina al cuello y el puño en alto, como a él le hubiera gustado. Curas como él se nos acaban, y tristemente no hay repuesto. Curas que crean en los pobres y no en la misa, que, como él decía, no es magia, es un símbolo de que hay que compartirlo todo. Como él solía decir, "creo en Dios, en Jesucristo, y el Evangelio me parece una lectura preciosa". Apostaba por un Estado laico, por separar Iglesia y Estado de una vez, por la integración de las mujeres en la jerarquía y el fin de la moralidad católica medieval que sigue considerando el aborto, la eutanasia o los métodos anticonceptivos pecado.

Nunca le gustó ser cura, como reconocía en muchas entrevistas, ni estaba en sus planes, pero fue el medio que le sirvió para encauzar su proyecto de vida. Quizás le horrorizaba el término sacerdote, pues no se sentía identificado con ese modelo caduco de cura que quieren imponer. Él siempre fue libre en su vestir, en su estilo, en su amar... Cuántas veces lo dijo, que ser cura no le impedía llevar coleta o pendiente, enamorarse o tener relaciones, militar en política o trabajar en organizaciones no gubernamentales. Fue el tipo de cura que hace falta, que creía en el hombre más que en la misa. Eso es lo que hoy nos pediría, nada de rezos, rosarios ni beaterías. Nada de misas ni chorradas, como dejó escrito en su último mensaje: ''No tengo necesidad de la copa de vino ofrecida por un ángel, ¿por qué habría de necesitar vino cuando estoy embriagado de mi amor por Ti?''. Salud, y que la tierra te sea leve, compañero.

Comentarios

  1. Entonces qué era ¿Católico, Comunista, Protestante, Apóstata, Masón, Musulman o qué?
    Qué confusión mental, doctrinal y espiritual.

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